Mi perro murió ayer

Mi querido perro partió ayer. Tuvimos que tomar la terrible decisión de hacerlo dormir, porque su salud estaba tan deteriorada que estaba sufriendo. Confieso que lo pensé mucho, dilaté lo más que pude la decisión ¡cuántas veces le rogué a Dios que se lo llevara, en paz!
Pero no fue así y tuve que hacerlo, fue tremendo, sentí que lo traicionaba, él que confiaba tanto en mí y yo lo llevé para que muriera.
Son palabras fuertes, lo sé, pero eso sentí. Pero creo que fue el último acto de amor por él, lo abracé, puse mi cara junto a su carita, le dije que lo amaba mucho, que en otra vida nos encontraremos, sanos y plenos, como antes, le susurré bajito que ya iba a pasar todo, que estaría bien y descansaría, besé esa naricita con todo el amor del mundo y lo acaricié suavemente hasta que cerró sus ojitos. Me duele el alma todavía, lo extraño mucho, nos dio tanto amor con esa incondicionalidad que sólo los animales saben expresar, sin importarles si eres joven o viejo, gordo o flaco, si tienes bienes materiales o no. Esa fidelidad eterna creo que es tan difícil de encontrar en nosotros, los seres “racionales”.
Te amo mi querido Anakin y jamás te olvidaré, mi amigo y compañero de siempre, gracias por tu cariño y tu compañía, nos veremos algún día, no sé cuándo, pero sé que cuando ya no esté en este mundo, allí me esperarás tú y correrás a mi encuentro como antes, para no separarnos más!

ánimo!!!