Arqueologos han encontrado el fósil de la que se presume la araña más grande que se conoce. Se trata de una hembra, que vivió hace unos 165 millones de años, y que pertenece a una familia de arañas muy conocida hoy, las tejedoras de seda dorada.
Estas criaturas hacen telas de una seda muy resistente y de un color oro muy distintivo.
Los investigadores llamaron a este ejemplar fosilizado Jurassica Nephila, y aseguran que habría medido, de pierna a pierna, unos 15 cm, según se explica en la revista Biology Letters.