Ayer fuimos con mi hermano al zoológico Safari de Rancagua, ya que estaba de cumpleaños, un parque más o menos desconocido y con muchos tours muy interesantes. Sin embargo, quisiera mencionar un par de cosas que no me gustaron del lugar porque eran muy poco “animalistas”, siendo conocido por rescatar y recuperar animales.
En primer lugar y lo que más me alarmó, en el restaurant que tienen, en vez de tener una manilla tienen un cuerno de venado, lo que encuentro una crueldad y algo que no deberían permitirse, especialmente si tienen venados ahí mismo. No sé qué opinan los demás, pero en un recinto que se denomina animalista, tener un adorno que equivale a la mutilación es horrible.
Otro punto son las 2 avestruces disecadas en la entrada, que se señalan para personas no videntes, sin embargo, siendo una institución que busca el bienestar de los animales es algo ilógico. Otro punto que me gustaría señalar que, por las condiciones de ambas avestruces, no pareciera que hubieran esperado una muerte para ser embalsamadas.
Y otro punto, tal vez porque tuvimos mala suerte, es que las excursiones de leones estaban completamente agotadas, siendo que se hace una cola para asistir a ellas y en la página web no asegura que hay que tomar turno. Lo cual no fue muy grato para mi hermano pequeño.
En sí, el zoológico es grande, pero siento que lo del cuerno no se lo pueden permitir, es algo que deberían sacar a la brevedar para brindar un toque de respeto a los animales que se pierde con ese sencillo detalle.