Para el común de la gente que no acostumbramos ver huesos todos los días el animal daba la impresión de algo de la prehistoria o quizás hasta un posible ser de otro planeta, pero la verdad es que se determinó que los restos corresponderían a un gato.
La conclusión la determino el paleontólogo Rafael Labarca quien al ver los huesos pudo darse cuenta de inmediato al animal al que pertenecían.