Un grupo de pasajeros resulto horrorizados al encontrar debajo del asiento de un tren en el que viajaban una bolsa la cual contenía un grupo de serpientes sumamente venenosas.
Por suerte para los pasajeros los reptiles tenían las bocas cocidas por lo cual no atacaron a nadie. Se estima que los animales eran llevados en contrabando ya que son un plato apetecido en ese país.